Por esta razón las salteñas son un producto exquisito

Por esta razón las salteñas son un producto exquisito

Estas empanaditas como decimos en Colombia son un producto muy rico en historia, tradición, pero sobre todas las cosas, en SABOR.

En mi reciente visita a Bolivia hubo algo que se quedó para siempre en mi memoria y en mi corazón, como buen amante a la comida que soy, daría lo que fuera ahora lejos de Bolivia, por deleitarme, una vez más con las salteñas y compartirlas con mi familia, pero mientras tanto, se las voy a describir…

La textura de la masa no es crujiente, sin embargo, me llamó gratamente la atención su sabor, sus bordes “duritos” quemaditos y su forma, pero eso no es nada, comparado con el delicioso sabor que encontré en su interior, y es el sabor de esa salsita dulce y picante a la vez, que los bolivianos llaman “Ahogadito”.

En Medellín, de donde soy, existe el “hogao” que es una mezcla sofrita en aceite a temperatura baja de: cebolla de huevo, cebolla de rama y tomates, esta maravilla acompaña nuestras conocidas arepas de maíz y los patacones de plátano, también exquisito, pero totalmente diferente al “Ahogadito Boliviano”.

Las salteñas son realmente un símbolo de la gastronomía boliviana, gracias a su delicioso sabor y su textura, al ‘ahogadito’ con especias, papa y carne de pollo o de res.

Imagina todo esto dentro de una masa suave con bordes crocantes…se me hizo agua la boca. 

Para mi las cuatro razones por las cuales las salteñas son un producto único, exquisito y delicioso son : 

  1. La textura de su masa.
  2. El sabor que aporta el Ahogadito (picante y dulce).
  3. Su forma provocativa y fácil de comer.
  4. Su color fresco y llamativo ( amarillo anaranjado).

Con este detalle, pienso que quien lee este escrito, se verá tentado a prepararlas, pero mi invitación es que vayan a Santa Cruz de la Sierra, y compren unas cuantas, y de paso prueben el Cuñapé, el sonso, el Masaco y por qué no, hasta un Majadito o majao.

Buscando un poco de información encontré que este aperitivo (Salteña), tiene su origen en Potosí, al suroeste de Bolivia, a mediados del siglo XVI, cuando la ciudad minera vivía el auge de la explotación de plata.

Las investigaciones hechas por historiadores apuntan a que la actual salteña boliviana es el resultado de la evolución que sufrieron los rústicos pasteles y las sabrosas empanadas españolas en América, a los que se les agregó ají, papa y caldo, este último supuestamente para evitar que ese bocado se enfríe muy rápido en el gélido clima potosino.

En aquellos tiempos se las conocía como “empanadas de caldo”. Los estudios también indican que esta empanada boliviana recibió el nombre de salteña en el siglo XIX, debido al gentilicio de pobladores de Salta, ciudad argentina vecina, de donde llegaron muchas familias que huían de la dictadura de Juan Manuel de Rosas. Estos clanes, que se instalaron en Potosí y más tarde en Sucre, se dedicaron a preparar las típicas empanadas utilizando ingredientes y recetas bolivianas, alcanzando una fusión de exquisitos sabores.

Con el pasar del tiempo, los habitantes de Sucre se acostumbraron a comprar las empanadas “donde las salteñas”, haciendo referencia a las mujeres de Salta que las preparaban, y con el tiempo fueron acortando el nombre.

Espero que todos los maniáticos de la cocina encuentren en este Blog inspiración para sus recetas, que se animen a preparar e innovar con las salteñas y que sus nuevas locuras nos lleven a fortalecer cada vez más la cultura gastronómica suramericana.

Fuente: “Un colombiano en Bolivia”.
Fecha: 16 de octubre de 2022.

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